lunes, 16 de mayo de 2011

Relacion y Obediencia

Siempre me han gustado los perros, pues son graciosos, fieles y muy sencillos. Si te ven venir mueven la cola, si los acaricias mueven la cola, si los alimentas mueven la cola, si los sacas a pasear mueven la cola. Si juegas con ellos; ¿adivine?… así es, también mueven la cola. Los perros no piden mucho, en realidad ellos se sienten felices solamente de pasar tiempo con su amo.  Me agradan todos los tipos de perros, pero en ocasiones siento más simpatía por los perros que no son de raza. Usted sabe, el típico perro callejero, que nadie quiere por feos, mugrosos y pulgosos. Sin embargo estos perros resultan muchas veces ser más educados, obedientes y fieles que el más fino de los especímenes con pedigrí. Algunas personas gustan de tener un perro de raza, pero no es mi caso, yo no necesito que el animal tenga papeles de legitimidad, o que tenga un hermoso pelo, buenos dientes y postura elegante. Solo necesito que obedezca cuando le digo que no orine la alfombra y que mueva la cola cuando me vea venir.

“La comunión íntima de Jehová es con los que le temen, Y a ellos hará conocer su pacto. “
Salmo 25:14
Estoy convencido que a Dios no le importa nuestro pedigrí cristiano. Me refiero a todas las credenciales ministeriales, estudios teológicos, capacitaciones en liderazgo, cantidad de adeptos en nuestras iglesias (o ministerios), nuestros rostros de piedad y ropa de domingo. Dios no se ve impresionado o deslumbrado por nuestros meritos o los de cualquier otro, El solo está interesado en dos cosas: Relación y Obediencia.
Muchas veces me he equivocado pensando que Dios espera algo más de mí que estas dos simples cosas. Lo cierto del caso es que los demás aspectos de la vida cristiana, como el servicio a Dios, el ejercicio de los dones espirituales, el liderazgo y todos los planes que podamos construir alrededor de nuestras pretensiones y deseos ministeriales; vienen como consecuencia de una vida de obediencia y una relación genuina con Dios. Observe por un segundo, la información contenida en el Salmo 25:14. Dios tiene comunión con quienes le temen. Esto es muy importante, pues no hay relación sin comunión. Y esta comunión es mediante el temor a Dios. Este temor a Dios no es un miedo irracional o paranoico, sino que el temor a Dios es un elemento totalmente fundamentado y lógico de una relación con un Dios que es Santo. El temor a Dios se fundamenta en tres aspectos esenciales:

1. Reconocimiento de Dios como único y verdadero
2. Rendición y sumisión a su voluntad
3. Obediencia a sus mandatos.

Como ve es algo similar a mi ilustración del perro callejero. La comunión de Dios es con los que le reconocen como Señor, se rinden a su voluntad y le obedecen. Y obedecer a Dios es exactamente como la metáfora del perro que no debe orinar la alfombra. Como lo indica el Salmo 25:14, Dios da a conocer su pacto ha aquellos con los que tiene comunión y por lo tanto espera que nosotros obedezcamos dicho pacto. Es un principio simple, si le has aceptado como tu Señor, debes obedecer lo que El te dice que hagas y también lo que El dice que no hagas.

Para concluir, solo quiero mencionar un aspecto más del por qué siento tanta simpatía con los perros callejeros. Y es que ellos, por no tener un linaje especial, han sido desechados; están sucios; desnutridos y llenos de pulgas; arrojados a la calle; nadie los quiere siquiera tocar. Y cuando pienso en esto puedo ver cómo era nuestra condición antes de conocer de Jesús. Éramos lo desechado y lo más vil del mundo, desnutridos espiritualmente, sin un hogar y sin alguien que nos amara. Pero Jesús tuvo misericordia y nos dio un hogar y nos tocó, cuando nadie más quería hacerlo. Yo no era más que un perro vagabundo antes de conocerle. Y aunque no tenga ningún linaje especial, El me aceptó y me adoptó a pesar de mis errores y mis pecados. También mi falta de linaje me hace recordar que no fui aceptado por ser especial, sino porque El es un gran Señor.  Como puede ver la alegría de esta adopción es tan grande, que tengo muchas razones para mover la cola (metafóricamente hablando por supuesto).
Relación y Obediencia es todo lo que El requiere. Si lo piensa bien, El nos ha dado mucho más…